La increĆ­ble historia de los dos Mamuts descubiertos en Siria.

En 1977 y 2007, en las frías y desoladas tierras de Siberia, ocurrieron dos descubrimientos que asombraron al mundo entero. Algo que cambiaría nuestra comprensión de la historia de la Tierra. Los dos mamuts mÔs perfectamente conservados del planeta. Lyuba y Dima.

Dima, un macho que vivió hace mÔs de 40,000 años fue hallado en un glaciar por un cazador por casualidad mientras buscaba animales para cazar. Pero, ¿cómo es que un mamut se conserva casi perfectamente después de tanto tiempo?

Desde el momento de su muerte, Dima cayó al suelo nevado, donde fue rÔpidamente cubierta por una capa de hielo y nieve. A medida que pasaron los años, el hielo y la nieve se acumularon. Expuesta a bajísimas temperaturas durante miles de años, permitió que su cuerpo se mantuviera casi intacto. Sus músculos, órganos, piel e incluso su trompa, se mantuvieron perfectos.

Fue un descubrimiento que capturó la imaginación del mundo entero. La imagen del mamut congelado en la nieve, como si hubiera sido atrapado en el tiempo, inspiró a artistas, escritores y cineastas a crear obras de ficción basadas en la existencia de estos animales extintos.
Lyuba, por su parte, fue descubierta por un pastor de renos y su hijo en la región del Yukagir, mientras pastoreaban sus animales.

La pequeƱa crƭa de mamut, de tan solo un mes de edad al momento de su muerte, estaba excepcionalmente bien conservada. La forma en que Lyuba se
mantuvo en un estado tan notablemente intacto se debe a las mismas condiciones que preservaron a Dima.

Al morir, probablemente al caer en un charco de lodo que luego se congeló, el cuerpo de Lyuba quedó rÔpidamente cubierto por una capa de hielo y nieve. A medida que las temperaturas extremadamente bajas de Siberia se mantenían, la capa de permafrost protegió su cuerpo durante milenios, manteniendo hasta incluso sus pestañas en un estado casi perfecto.

El descubrimiento de Lyuba proporcionó a los científicos una oportunidad única para estudiar no solo la anatomía de los mamuts lanudos sino también sus enfermedades, dieta y ambiente.
Al analizar su estómago, encontraron restos de leche materna y heces, lo que indica que los mamuts ingerían heces para obtener bacterias digestivas, una prÔctica común entre los herbívoros jóvenes.

La historia de Dima y Lyuba ha inspirado un movimiento cultural impresionante, y ha permitido una mayor comprensión de la vida de estas criaturas que vagaron por la Tierra hace miles de años. Poder observar a estos dos Mamuts es, en esencia, un viaje en el tiempo de 40 mil años al pasado.

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