Índigenas, conquistadores y exploradores han realizado expediciones y documentado de incontables maneras a este descomunal volcán que causó todo tipo de sentimientos a lo largo de sus setenta brutales erupciones. El Volcán de Fuego, en Guatemala.
En las profundidades de la noche, cuando la oscuridad envuelve al Volcán, un espectáculo impresionante se desarrolla en el cielo. Los rayos destellan como lenguas de fuego, iluminando la cima. Por qué tantos rayos caen aquí?
El volcán, con su incontrolable poder, juega un papel principal en este escenario. Sus entrañas liberan calor y gases que suben hacia el firmamento. Estas corrientes ascendentes crean movimiento provocando la convección, un ingrediente esencial para las tormentas eléctricas.
La humedad, otro elemento esencial, se acumula a su alrededor. El vapor de agua, lanzado desde el volcán, se mezcla con el aire fresco de la noche, dando origen a nubes densas. En la oscuridad, estas nubes se convierten en escenarios perfectos para la ira del cielo.
En este rincón de la Tierra, los elementos convergen de manera única. Los relámpagos bailan sobre el Volcán de Fuego, demostrando la inmensidad de la naturaleza y la ciencia detrás de la interacción entre la tierra, el cielo y el fuego que se despierta en la noche